Pesca al surfcasting desde la orilla de la playa
¿Qué es mejor para la pesca, la pleamar o la bajamar? ¿Luna nueva o luna llena? Cada pescador tiene su propia teoría al respecto aunque la mayoría aceptan la influencia de la luna como un factor a tener en cuenta.
A parte de la luna, tampoco descubrimos nada nuevo si afirmamos que el alba y la puesta de sol también son momentos de gran importancia para la pesca. Pero en la realidad esto no siempre es así. No es difícil encontrar alguna tabla de pesca por internet o en alguna revista especializada, y en la mayoría de ocasiones rara vez hemos encontrado una relación consistente y precisa entre tales referencias.
¿Entonces cuál es el mejor día para pescar? La respuesta es sencilla: son demasiados los factores que entran en juego como para poder ofrecer una teoría fiable al respecto. Por ejemplo si la temperatura del agua es demasiado fría normalmente los peces se muestran aletargados. Tampoco podemos pretender realizar una buena pesca si la presión atmosférica marcada en nuestro barómetro desciende. Aunque sí, indudablemente todos hemos hecho buenas pescas con alguna luna nueva o luna llena, y en el cómputo global quizá podamos deducir que en estos días hemos obtenido los mejores resultados.
Sin embargo, todos los pescadores somos conscientes de lo variable que puede ser nuestra suerte. Y probablemente éste sea uno de los factores desalentadores para algunos que sin embargo, a los buenos aficionados más nos incita a seguir intentándolo. Una pesca demasiado fácil pronto nos resultaría aburrida. Cada nueva temporada de pesca disminuyen los peces presentes en nuestras aguas. Queda ya muy lejos aquella década en las que íbamos a pescar con nuestros padres y traíamos el cubo lleno de pescado. En la actualidad los peces son muchos menos abundantes y en ocasiones volvemos a casa con las manos vacías. Pero no nos desanimemos todavía...
De repente, un día, y sin ninguna explicación aparente, el puntero de nuestra caña comienza a retorcerse una vez tras otra, mientras peces de todas las especies comienzan a picar ávidamente engullendo prácticamente todo lo que les ofrecemos. Pasado un tiempo, de la misma forma que todo ha comenzado, la actividad de los peces desaparece por completo y retorna de nuevo la calma a las aguas. Estos periodos que todos hemos vivido en nuestras largas jornadas de pesca durante los cuales se incrementa repentinamente la actividad de los peces son los llamados periodos solunares y son la base de la teoría solunar.